Pages

Tuesday, October 29, 2013

Agendas

(bueno, como dije, esto hubiese sido más apropiado antes de las elecciones, pero creo que resultaría interesante también ver cuánto de esto se sigue discutiendo ahora)

Han habido al menos 4 vértices ineludibles de discusión en las últimas semanas, lo cual me “obliga” a establecer mi posición al respecto, o, mejor, la insistencia en cadena nacional de estos temas me hace sentir que debiera posicionarme. A saber

A. Cabandié y una jodita para Tinelli

Infinita la discusión, la catarata de improperios, y la rasgadura de vestimentas frente a esto. No voy a entrar en si a un nacido en la ESMA se le debe permitir todo o no - una posición de por sí bastante complicada, no creo que haya falta aclararlo- sino que me voy a permitir la autorreferencialidad, primero, y algunas otras cosas después

Primero: hace algunos años volvíamos con mi papá desde Buenos Aires por la ruta. En una entrada, se metió en contramano (no había nadie) y, cuando se dio cuenta, dio la vuelta en U e intentó agarrar la ruta de nuevo. Tarde. Ya lo había visto alguien de gendarmería.
Se acercaron al auto, le contaron lo obvio, y le pidieron que los acompañara a una especie de oficina que había ahí cerca, enfrente de donde estábamos. Yo me quedé esperando en el auto. Yo no nací en la ESMA, pero les juro que corté clavos con la frente apoyada en la ventanilla y la mirada fija en esa puta oficina hasta que mi viejo volvió a salir, algunos pesos más pobre. Toda esta situación habrá durado una hora, cuarenta minutos, pero el pánico de no saber qué le estarían haciendo o qué estaba pasando no me lo olvido más. Quizás sea un alma sensible, qué se yo.

Ahora todo esto me vuelve a la memoria a partir de este tema Cabandié, al que tuvieron un montón de tiempo, filmaron - sin su consentimiento, por lo que pude entender- y mandaron al frente casi 5 meses después del hecho, en un video editado peor que el de Florencia Peña y con más capítulos que Dinastía. Hay que estar muy pero muy ciego para no darse cuenta que esta difusión no es inocente, ¿verdad? 
Por otra parte, ¿qué es lo que molesta tanto? ¿acaso dijo alguna grosería en algún momento? ¿acaso usted, querido lector, no la hubiera dicho? Déjenme pincharles la burbuja: la cana, gendarmería, y demases muchas veces te paran para pedirte coima. Le pasó hasta a Roger Waters.
A mí particularmente me pareció acertada su interacción, y de hecho creo que, al saberse una persona pública, incluso hay una bastante visible pulsión para no perder los estribos. No estoy muy de acuerdo con el tratamiento del tema en tanto nieto recuperado, ya que, si algo hizo Cabandié fue actuar como una persona común, o quizás mejor que el común, porque no se dejó coimear - la salida fácil y rápida que tenemos los anónimos - y no faltó el respeto a nadie en ningún momento, cosa que no puede decirse de la empleada que en tono sobrador le dice “te felicito” cuando a él se le sale la “terrible” - y no por eso menos cierta - frase célebre que todos ya conocemos. Quizás toda esta atención casi morbosa se debe al hecho que no estamos acostumbrados a ver filmaciones clandestinas de gente comportándose de manera civilizada, ¿o no nos acordamos ahora de cómo hizo Tinelli su fama antes de dedicarse a cortar polleras? Recuerdo que había una cámara oculta titulada algo así como "el peor día de tu vida", en la que los parientes y amigos de un pobre tipo se complotaban para ver cuántas desgracias y humillaciones aguantaba antes de sacarse, y, por supuesto, siempre esa última parte se prevenía o editaba, una cólera interrupta, no sea cosa que viéramos la verdadera reacción de una persona caliente. Bueno, parece que, bajo esas normas de juego, Cabandié los dejó a todos con las ganas, y entonces no queda otra que tratar de horrorizarse ante la falta de reacción violenta, o leerla a contrapelo como violenta, total…

B. Casero y el verbo rescatar

Y aquí cae, como paracaidista, Alfredo Casero, enredándose con su propia lengua. Bien mirado - y poniéndole ganas -, lo que quizás quiso decir fue que no había una relación de causalidad entre ser nieto recuperado y usar eso como argumento. Es bastante sugestivo, no obstante, que durante la charla con Lanata parece que, o no vio el video completo, o se hace el boludo. De cualquier modo, y como dije arriba, en ese único sentido coincido, aunque no en la manera de expresarlo. No hay que defender a Cabandié por ser un nieto recuperado, hay que defenderlo en tanto ciudadano atropellado en sus derechos, humillado y encima filmado para escarnio público cuando decidan los demás (de vuelta, ese video tiene como 5 meses, a ver cuánto se tarda en poner en circulación un video porno con una estrellita).
Mal mirado, es una guasada lo que dijo Casero. Justo en esos años que te "rescate" - ¿rescate???, en serio??? - un policía que estuvo involucrado con la muerte de tus padres - aunque no lo sepas - no es precisamente un lecho de rosas, le pese a quien le pese. No hay edades para el miedo, ni hay jueces para la experiencia. Si Alfredo Casero la pasó mal durante la dictadura porque era más grande, y, por ende, tenía una idea más acabada de lo que ocurría, lo lamento muchísimo y mi más profunda solidaridad para con él. Pero eso no te hace juez de la experiencia de nadie.
Quedaría por comentar su autoinmolación mediática, y su graciosa martirización en cadena nacional, pero eso lo pienso comentar cuando me inviten a Hora Clave, y si no lo hacen es de seguro porque Grondona me tiene miedo (yo también sé un poquito de latín!). Ah, claro, si lo digo yo suena medio absurdo, no? Y eso que no soy comediante…

C. Massa se come a los niños

"¿Qué harías si ves a tu hijo con un porro?", le preguntaron a Massa, y éste respondió algo así como que lo cagaba a trompadas, aclarando después que su hijo tiene 8 años y que él pensaba sólo en su hijo cuando respondió esto, que por otra parte le vino de perlas al multimedia del chimento, al que ya se le estaba agotando la pelea unilateral Moria-Hija. Lo que Massa contestó, de una forma pública a una pregunta íntima, es casi al revés de lo que Moria ha hecho, demonizando a la hija públicamente para llamarle la atención por algo privado, cosa que la piba, con un criterio envidiable, no contestó ni dio lugar.
No tengo mucho más que decir, realmente. Si Massa quiere romperle la cara a su hijo por un porro será un problema entre él y su hijo. No tiene nada que ver y es absolutamente improductivo el dato para una discusión seria sobre despenalización y/o narcotráfico. Pero claro, lo discutimos y lo debatimos porque sino ¿de qué hablamos en la tele, no? Eso sin entrar a considerar cómo le gusta a Massa la cámara (se debe haber mordido los codos con lo de Insaurralde que viene a continuación)

D. A Insaurralde le gustan más los gatos que los perros

Parece que de lo de la Jessi y el Martín ya hay fotos. Resulta que fueron a tomar un helado de agua - y de limón!- y los "encontraron" y les sacaron fotos. Y toda la discusión, como no podía ser de otra manera, se centra en si besar con los ojos cerrados o abiertos demuestra más o menos amor o sinceridad en el vínculo. ¡Muchachos! La llevó a tomar un helado chiquito… y de los de agua!! Habiendo delivery, habiendo banana split, habiendo cucuruchos más grandes…
Ahora, la otra arista del "debate" es averiguar si la Jessi está con él por plata o no, si es "por la campaña". Seriamente, ¿alguien votaría a un candidato porque parece que está con una "famosa"? (Massa, capaz) Y si es que sí, y si es que está por plata, ¿qué? Ah, me parecía.



Todo esto viene a cuento de nosotros, votantes y amigos. La última semana antes de las elecciones nos la pasamos discutiendo sobre si Jessi, si el hijo de Massa, si Cabandié…  y si no ven nada raro en la última oración que acabo de escribir, tenemos un problema. 
No fuimos nosotros, fue una agenda que se nos impuso. No importa quién ni por qué,  quedémosnos con la evidencia cruda, que para paranoiquear siempre hay tiempo; estuvimos bombardeados de historias mínimas, en horario central, y extendidas hasta el absurdo, y un poco más también. ¿Cuál es si Cabandié dice, piensa y sostiene que se bancó la dictadura? ¿Quién es Alfredo Casero? ¿Qué pasa si Massa le pega al hijo? ¿Y si la Jessi se nos enamoró? ¿Realmente cambia algo a nivel legislativo? Existe gente que parece que piensa que sí, que, lo que es peor, piensa que a nosotros algo nos cambia eso. Que somos tan boludos que nuestro voto va a cambiar por detalles. No soy yo, son ellos los que asumen eso, las pruebas están a la vista. ¿Será que les estamos dando la razón?

Sunday, July 28, 2013

Ideología cruda


Hace unos días que unos popes del pensamiento contemporáneo se vienen peleando de lo lindo. Y digo de lo lindo porque son esas discusiones en las que nadie pierde y todos aprendemos. Para resumirlo brevemente, uno acusó al otro de hablar con grandes palabritas que al final resultaban vacías y sin sentido, porque no se apoyaba en los hechos para sostenerlas. El otro - mi preferido, debo decir- le contestó que el apoyarse en los hechos había hecho equivocarse al primero más de una vez, y que, justamente, elegir un hecho o el otro para sacar una conclusión implicaba ya de por sí un recorte ideológico inseparable de lo que se pensase de ese hecho, y que la ideología era, justamente, una de esas palabritas vacías que tanto le molestaban y que tan peligrosamente pasaba por alto.
Todo esto viene a cuento de este concepto de ideología, que uno de los dos tan graciosamente ignoraba y el otro le refregaba por la cara. Leyendo este debate encontré la manera de expresar cómo vi ciertas discusiones en Argentina, y desde ya perdón por la metáfora autóctona.
Ideología cruda, eso es lo que vi. Como si fuese una carne, pero carne roja, porque el pescado de última se puede usar crudo para hacer diversas comidas japonesas. Muchos debates que oí y miré se basaban en una ideología cruda. Y eso no es lo mejor que puede pasarnos.

Vamos por partes. La ideología es eso que vos pensás que es obvio, tu "sentido común". Pensá en dos o tres cosas que "son así" porque "sí". Bueno, dejáme decirte que el sentido común es el menos común de los sentidos; todo lo que te parece que tiene que ser de determinada manera es ideológico, desde cómo criar a tus hijos hasta qué candidato votás. Todos tenemos ideología, lo que quizás muchos no tengan es una orientación partidaria, es decir, que su ideología no se ve reflejada o representada por ninguna opción de grupo. Eso es otra cosa. Por eso decir que uno no tiene ideología o es apolítico es una gansada: el comer una tostada de pan de salvado en lugar de pan blanco tiene una base ideológica. Casi todas tus decisiones también.

Ok, entonces, todos tenemos ideología, buenísimo. Ahora volvamos al concepto de ideología como carne cruda. ¿De qué te sirve un cacho de nalga, por poner un ejemplo, cruda? ¿Es carne? Claro, pero no se puede comer, o sea, no sirve para nada todavía; hay que aderezarla, decidir cómo se la va a cocinar - quizás agregar unas papitas - pero de momento no tenemos nada más que eso: carne. Mismo pasa con el sellado: parece cocida, pero no.
Digo que lo que observé en Argentina fue ideología cruda porque muchas veces - no todas, no todas- me encontré con gente que me tiraba la decisión tomada pero no me podía explicar el camino para llegar a esa resolución. Ojo, yo no soy juez de nadie, nadie me tiene que andar dando explicaciones, pero que uno piense que con decir salvado o pan blanco ya está, y que considere no necesita ahondar más en el tema me hace sospechar que no hay mucho más allá.
Ideología cruda es, entonces, la noción del deber unilateral de optar, de ser una cosa o la otra (o la otra de más allá), no de decidir, de consensuar, y ahí sí que la estamos cagando, che. ¿Por? Porque si tu ideología está tan cruda como la del otro, ninguno de los dos se puede sentar a discutir seriamente qué habría que hacer, o no, y por qué. Una vez que tenés un puchero o una milanesa se puede abogar sobre hervir o rebozar, pero no con el cacho de carne en la mesada todavía. Reitero, no fueron todos - y yo tengo mis límites también, ojo, hay cosas que directamente no explico ni discuto - pero sí observé que mucha gente se aferraba a su cacho de nalga - de vaca, se entiende- como si estuviese comiendo milanesa. O puchero.

Me parece, humilde y esperanzadoramente lo digo, que habría que apagar un poco la tele - ¡todos!- y sentarse un poco más con el mate mirando hacia la nada, pero pensando por qué uno cree que lo que es es como es. Sí, suena a pregunta fumona, lo sé, pero créanme que la respuesta no está ni tan fácil ni tan cerca ni es, mucho menos, obvia.
¡Y puede cambiar, además! Eso es lo lindo. La ideología no tiene por qué estar tallada en piedra, todos vamos adaptando nuestras ideas a partir de nuestras experiencias. En psicología le dicen resignificar.
Si le quitamos lo común al sentido, quizás nos pongamos en vereda hacia algo distinto. Quizás podamos aprender a escuchar, también, porque una vez que uno sabe que lo obvio es particular y no general, a veces se le genera curiosidad por saber qué es obvio para otro. No para burlarse - "este boludo no sabe que lo que le parece verdad revelada es una opinión"- o creerse superior - un vicio que tenemos en demasía- sino para realmente empezar a ver, a escuchar, a construir.
Y ojo que yo no estoy parada en ningún banquito para decir esto, eh? Todo esto es una expresión de deseo para un nosotros, no para un ustedes.
 Si para mí al fin y al cabo es obvio que Tévez es mucho mejor jugador que Messi.

Sunday, June 9, 2013

Conmigo no.

Siempre me pasa lo mismo con los best-sellers. Por un lado, me da mucha pereza leerlos, pero por otro siento curiosidad por ver qué es lo que engancha a tanta gente - o lo que dice la gente que la engancha, es sabido que no todos los que compran un best-seller necesariamente lo leen - respecto a un libro, cosa que por sí agradezco y envidio.
Ayer, por ejemplo, vi la segunda película de Harry Potter y avancé un poco, lo que pude, en la lectura de 50 Shades of Grey (o 50 sombras de Grey, como vergonzosamente se ha traducido, dejen de abusar del google translate y páguenle a la gente que estudió para eso!). De una de las dos cosas voy a hablar hoy...

Sí, de 50 shades, obvio!

Es la segunda vez que agarro el libro. La primera no pude llegar siquiera al primer encuentro sexual, de tal manera me aburrió. Hace unos días estrenaron un musical que parodia la novela, así que le di otra oportunidad. Llegué al primer encuentro, pero no creo que dure mucho más. O sea, mi lectura es sesgada, lo admito, pero ya con el 32% del libro leído - Kindle y sus datos útiles - puedo decir algunas cosas.

Primero que nada: escribir literatura erótica es difícil. Muy difícil. No sólo hay que poner en palabras algo que resulta a veces muy transparente y remanido, sino que hay que hacerlo bien. La estrategia del libro es que esa cosa transparente, esa cosa que todos hacemos pero no todos escribimos, te la cambia por algo que no todo el mundo hace. Es una buena jugada, lo admito, pero sin embargo...

Lo malo: El libro parece, en algunas partes, escrito para hombres, aunque aparentemente se lo ha vendido como para mujeres. Eso solo ya me parece, más que interesante, problemático. Voy al grano. El episodio de la pérdida de la virginidad de Anastasia - la protagonista - es claramente falseado, y orienta la interpretación hacia lo que su amiga Kate dice después, sobre qué suerte ha tenido de arrancar con un tipo como Grey (aunque su amiga no le da el más mínimo detalle).
A ver, vamos por partes. La Anastasia esta es una mina que es virgen, pero re virgen: no ha tenido ningún tipo de intimidad con nadie, salvo dos besos. No sabe cómo masturbarse, no conoce su propio cuerpo o placer. A esta tipa la agarra Grey y en media hora la deja lista para el consumo, además de provocarle orgasmos a voluntad (de él, no de ella). Esto, sin entrar a considerar que todos los "atributos" de Grey que Anastasia comenta con admiración habría que ponerlos en tela de juicio, dicho más en limpio: ¿cómo sabemos que Grey carga un arma de semejante calibre si es la primer arma que Anastasia ve en toda su vida? (qué fina estuve!). Bromas aparte, se establece un patrón de la experiencia de la pérdida de la virginidad que no sólo no tiene nada que ver con lo que orgánicamente es esperable en una experiencia real - y, obvio, el libro juega con esto, ya que le anota millones de porotos a Grey, y saben por qué? Porque el 99% de las mujeres no ha tenido esa experiencia - sino que, y esto es lo que me preocupa, genera falsas expectativas para las Anastasias de este mundo. Es por esto que digo que parece escrito para hombres; porque cumple la fantasía - que también cumplen las películas porno, dicho sea de paso- de la infalibilidad masculina. O sea, mientras la mina se deje, se le puede hacer de todo, y la va a pasar bien, espectacular, de hecho, sino mirála a Anastasia. ¿Tengo que aclarar lo peligroso que puede ser una percepción de este estilo?

Lo obtuso: Por otra parte, el Grey este es un macho alfa - de hecho, Anastasia lo llama así a sus espaldas- que no sólo está bueno, sino que tiene plata para tirar manteca al techo - y quizás la tiren, no terminé el libro, je - y poder sobre un montón de personas. Anastasia, por su lado, es una pobre estudiante. O sea, la fábula del príncipe rescatando a la pobre ilusa, una y otra vez. ¿Es Grey super macho porque tiene plata o porque tiene poder? ¿Qué tiene que ver eso con que sea aparentemente buen amante?

Lo bueno: Hay algo que sin embargo la novela logra muy bien, y creo que ahí también está la clave de su éxito. La narración establece explícitamente el vínculo indisociable entre la excitación femenina y la imaginación. Al estar narrada desde el punto de vista de Anastasia, se nos invita a los lectores a caer en las redes de Grey, y es allí donde reside el "poder erótico" del libro, en seguir las fantasías de la protagonista. Más allá de que uno elija dejarse llevar por las percepciones de Anastasia o ser una pesada como yo, los vaivenes hormonales que se le desatan con una mirada, una llamada o lo que sea están muy bien trabajados, y creo que ése es un gran punto de la novela.


Por supuesto que en mi lectura he quedado en el umbral de lo que realmente es el libro, y que es el vínculo bondage que se establece entre ellos. Ni pienso meterme ahí. Y que se entienda, no tengo nada en contra de este tipo de vínculos. Si algo es consentido, yo no tengo nada que decir. Pero de ahí a venderle a millones de mujeres que el ser sumisas les va a garantizar un buen orgasmo es, como mínimo, discriminatorio. Habemos quienes no podemos bailar bien tango o salsa o lo que sea porque nos cuesta que nos "lleven", ¡imagínense si tengo que evaluar mi futuro basado en esta novela! ¡Me hago monja! Bueno, las monjas, de hecho.... bah, mal ejemplo.



De todos modos, si me buscan, voy a estar leyendo otra cosa.

Wednesday, March 6, 2013

El idioma de los argentinos

Tenía este post pensado para más adelante, pero hoy algo pasó que me hizo sentir la necesidad de escribirlo. Mis ideas eran:


  • No hace falta ir muy lejos. Cualquier espacio virtual que se abra a opiniones los contiene. Insultos. Agresiones. Neologismos "k", como kakista, kretina, kk, etc.
  • Más cerca, incluso, nos encontramos con otra fase del lenguaje, la de los nenes de 3 años que todavía están aprendiendo a silabear y entonces todo es opo, corpo, etc.
  • En el medio, como si esto fuera poco, cataratas de datos falsos, de seriedades impostadas y de inocencias fingidas, como las que se toman en serio las ironías y las repiten como loros indignados, haciéndolas, si se puede, aún más irónicas.


Estos eran, a grandes rasgos, los tres conceptos sobre los que iba a versar el post que tenía pensado escribir, probablemente con un final pseudo-apocalíptico pidiendo que aprendiésemos a hablar, no desde un purismo facho y repelente, sino desde la humilde postura de quien sueña con que se debatan ideas y no consignas, de un lado, del otro y del medio también.

Sin embargo, hoy algo pasó que me urgió a escribir esto (y pido desde ya disculpas si la estilística no me acompaña)

Resulta que se murió Chávez. Y resulta que una amiga mía - compañera de banco de la secundaria, madre hoy de una beba hermosa y otro/a en camino, las bondades del facebook que nos hacen saber estas cosas - colgó una frase que se leía en muchos lados, y que dice:

"Murió Hugo Chávez 
y Cristina Kirchner
decreta 3 días de duelo. 

Murieron 51 personas 
en la tragedia de Once 
y desapareció una semana."

Confieso que mi reacción fue un impulso y no lo pensé mucho. Busqué en Clarín - para darme más "verosimilitud" - la nota en que se hablaba del duelo nacional por la tragedia de Once y pegué el link en los comentarios. Sin pensarlo, de nuevo, sin insultar y sin polemizar.
Confieso también que me angustié el segundo después de haber pulsado enter, ya que no quería entrar en polémicas, pero me parecía que si la frase implicaba lo que yo creía entender que implicaba era incorrecta, y si implicaba otra cosa, entonces estaba mal escrita, y decidí que mis argumentos iban a girar sobre ese tema y nada más.

No me fue necesario esgrimir ninguno.

Mi amiga leyó el link. Puso me gusta. Y debajo comentó:
"me retracto"

Nadie insultó a nadie. Nadie trató de nada a nadie. De hecho, no quise poner me gusta en su comentario para que no diera una impresión revanchista, porque lejos de mí está ese sentimiento. Me embarga, sin embargo, una esperanzadora alegría. No sé ustedes, pero para mí es maravilloso esto que pasó.

Tenemos un futuro. Tenemos, mejor dicho, una capacidad de futuro.
Y no es kk, ni opo, ni corpo, ni pipí, ni popó.
Es argentino, y está ahí.
Sólo tenemos que decidirnos a hablarlo.

Saturday, January 26, 2013

Vivir en USA

Cada tanto escucho, o leo, cuando trato de expresar mi opinión sobre Argentina, el típico o típica que me dice "ah, pero vos vivís en USA, allá es distinto"

Déjenme decirles un par de cosas (o cositas)


  • Acá en USA, con un título de grado y uno de posgrado, gano 1300 dólares al mes - si quieren hacer la conversión la hacen, sino les digo que un cajero de WallMart gana más, para que se den una idea- y eso me ubica bastante por debajo de la línea de pobreza, tanto, que cada vez que tengo que renovar la visa me tengo que inventar "fondos adicionales" porque según el Estado con eso no se puede vivir. Los únicos en la Universidad que ganan menos que nosotros son el personal de limpieza, que en este momento también están reclamando por un sueldo digno, y vaya desde aquí todo mi apoyo con eso.
  • De todos modos, tengo que estar calladita y contenta, porque en los papeles me pagan muchísimo muchísimo más; es el famoso tuition waiver; a pesar de que es una Universidad pública, me pagan la matrícula, matrícula por la cual muchos estudiantes yanquis sacan créditos que terminan cuando tienen 50 años, habiendo pagado 6 veces más de lo que pidieron, claro. La oportunidad de tener uno de estos tuition waivers es más grande cuando estás en el posgrado, dicho sea de paso...
  • Vivo en una ciudad de 30.000 habitantes (que llega a 70.000 si le contamos la ciudad hermana), y sí, es cierto que por algunos lados puedo caminar de noche sin que me pase nada, y que puedo abrir la laptop en un café. Pero por suerte uso pocos buzos, nací de 1,53 y de tez clara, porque sino sería acusada de cualquier crimen que anda dando vuelta. Tenemos un sistema de CRIME ALERT que te manda un email cada vez que pasa algo, y en el que casualmente el sospechoso es siempre un afrodescenciente, de 1,70 más o menos, y con un buzo con capucha. O es un sólo tipo malo, malísimo, que aterroriza a la ciudad, o no sé qué pasa....
  • Ni se te ocurra suicidarte en primavera, o enfermarte en un fin de semana. El hospital de la Universidad cierra el viernes a las 5 de la tarde o así y vuelve a abrir el lunes a la mañana. Claro que hay otros hospitales, pero te juro que te sentís mejor enseguida cuando sabés que 3 minutos en la guardia te pueden salir hasta 50.000 dólares (les conté cuánto gano, no?) Obama, el señor presidente de Estados Unidos, está tratando desde hace años de implementar completamente un sistema de salud para que la gente que no tiene o no puede tenga la posibilidad de atenderse en un hospital de todos modos (les suena eso de algún lado?). No se dan una idea del quilombo que tiene con eso.
  • Dicho esto les cuento que me disloqué el hombro, con la puta suerte de que eso pasase un jueves a la tarde. El hombro volvió solito a su lugar, pero todavía duele un poco. El viernes tuve que ir a laburar (ah, no les conté! no podemos tomarnos días, tenemos que sí o sí buscar un reemplazante o ir laburar con la mejor cara) y para cuando salí el hospital ya estaba cerrado. Tengo turno el martes, ojalá no sea nada...


Ok, ya sé, nadie se queda en la Universidad para hacerse rico, eso es así en cualquier parte del mundo. De todos modos, todo esto no me molestaría si supiese que lo que me falta a mí se lo estuviesen dando a gente más necesitada que yo, que lo que no me paga esta Universidad pública lo usase para, digo, por ejemplo, solventar un sistema público y gratuito de salud, o para mejorar la condición de otros inmigrantes.
Sé también que hay muchísimas cosas buenas, y que soy una privilegiada en muchas cosas - por tirarles sólo una de muchas, estudio literatura, y tengo a mi disposición la segunda biblioteca pública más grande del país, y este es un país con grandes bibliotecas, no se crean Jersey Shore- y cualquiera que me escuche sabe que soy una defensora de nuestra situación, que es a las claras mejorable en millones de aspectos, pero que también es genial en tantos otros (a ver, me pagan por leer, entienden?)
Todo esto lo traigo a colación sólo para que vean desde qué contexto opino cuando digo que la verdad no me molesta para nada que haya ciertas restricciones si eso significa que hay mejoras en la gente de la que nadie se ocupa (*) . Esos son los que me importan a mí, aquellos cuya dignidad no es algo incuestionable o tautológico porque viene desde la cuna. Esos a los que desecharon sin tirar la cadena durante los 90s, que siguen vivos, que siguen teniendo hijos y que son tan argentinos como cualquiera, o más argentinos que ninguno, aunque no los confundiesen con europeos en Punta del Este.
Sé que nuestro gobierno actual tiene millones de falencias - y es curioso cómo la oposición no puede verlas, y se empecina en relatos mitológicos a los que somos tan afectos los argentinos.. pero eso para otro día - como todo gobierno por otra parte, pero intentar dignificar al pueblo no es una. Queda muchísimo por hacer, el mal que aqueja a la Argentina es la extensión, decía Sarmiento (un nene que encontraba la solución en matar indios e importar alemanes, hoy sería candidato del PRO junto con Rocío Marengo), y quizás no sea la extensión geográfica, sino la que se da entre argentino y argentino. Yo apoyo un gobierno que se dedique a achicar eso.
Y eso que hablo desde USA, aunque desde Illinois y no Miami, claro.




(*) Ah, y por cierto, yo también tengo plata en Argentina que no puedo cambiar a dólares, eh?