Ayer, por ejemplo, vi la segunda película de Harry Potter y avancé un poco, lo que pude, en la lectura de 50 Shades of Grey (o 50 sombras de Grey, como vergonzosamente se ha traducido, dejen de abusar del google translate y páguenle a la gente que estudió para eso!). De una de las dos cosas voy a hablar hoy...
Sí, de 50 shades, obvio!
Es la segunda vez que agarro el libro. La primera no pude llegar siquiera al primer encuentro sexual, de tal manera me aburrió. Hace unos días estrenaron un musical que parodia la novela, así que le di otra oportunidad. Llegué al primer encuentro, pero no creo que dure mucho más. O sea, mi lectura es sesgada, lo admito, pero ya con el 32% del libro leído - Kindle y sus datos útiles - puedo decir algunas cosas.
Primero que nada: escribir literatura erótica es difícil. Muy difícil. No sólo hay que poner en palabras algo que resulta a veces muy transparente y remanido, sino que hay que hacerlo bien. La estrategia del libro es que esa cosa transparente, esa cosa que todos hacemos pero no todos escribimos, te la cambia por algo que no todo el mundo hace. Es una buena jugada, lo admito, pero sin embargo...
Lo malo: El libro parece, en algunas partes, escrito para hombres, aunque aparentemente se lo ha vendido como para mujeres. Eso solo ya me parece, más que interesante, problemático. Voy al grano. El episodio de la pérdida de la virginidad de Anastasia - la protagonista - es claramente falseado, y orienta la interpretación hacia lo que su amiga Kate dice después, sobre qué suerte ha tenido de arrancar con un tipo como Grey (aunque su amiga no le da el más mínimo detalle).
A ver, vamos por partes. La Anastasia esta es una mina que es virgen, pero re virgen: no ha tenido ningún tipo de intimidad con nadie, salvo dos besos. No sabe cómo masturbarse, no conoce su propio cuerpo o placer. A esta tipa la agarra Grey y en media hora la deja lista para el consumo, además de provocarle orgasmos a voluntad (de él, no de ella). Esto, sin entrar a considerar que todos los "atributos" de Grey que Anastasia comenta con admiración habría que ponerlos en tela de juicio, dicho más en limpio: ¿cómo sabemos que Grey carga un arma de semejante calibre si es la primer arma que Anastasia ve en toda su vida? (qué fina estuve!). Bromas aparte, se establece un patrón de la experiencia de la pérdida de la virginidad que no sólo no tiene nada que ver con lo que orgánicamente es esperable en una experiencia real - y, obvio, el libro juega con esto, ya que le anota millones de porotos a Grey, y saben por qué? Porque el 99% de las mujeres no ha tenido esa experiencia - sino que, y esto es lo que me preocupa, genera falsas expectativas para las Anastasias de este mundo. Es por esto que digo que parece escrito para hombres; porque cumple la fantasía - que también cumplen las películas porno, dicho sea de paso- de la infalibilidad masculina. O sea, mientras la mina se deje, se le puede hacer de todo, y la va a pasar bien, espectacular, de hecho, sino mirála a Anastasia. ¿Tengo que aclarar lo peligroso que puede ser una percepción de este estilo?
Lo obtuso: Por otra parte, el Grey este es un macho alfa - de hecho, Anastasia lo llama así a sus espaldas- que no sólo está bueno, sino que tiene plata para tirar manteca al techo - y quizás la tiren, no terminé el libro, je - y poder sobre un montón de personas. Anastasia, por su lado, es una pobre estudiante. O sea, la fábula del príncipe rescatando a la pobre ilusa, una y otra vez. ¿Es Grey super macho porque tiene plata o porque tiene poder? ¿Qué tiene que ver eso con que sea aparentemente buen amante?
Lo bueno: Hay algo que sin embargo la novela logra muy bien, y creo que ahí también está la clave de su éxito. La narración establece explícitamente el vínculo indisociable entre la excitación femenina y la imaginación. Al estar narrada desde el punto de vista de Anastasia, se nos invita a los lectores a caer en las redes de Grey, y es allí donde reside el "poder erótico" del libro, en seguir las fantasías de la protagonista. Más allá de que uno elija dejarse llevar por las percepciones de Anastasia o ser una pesada como yo, los vaivenes hormonales que se le desatan con una mirada, una llamada o lo que sea están muy bien trabajados, y creo que ése es un gran punto de la novela.
Por supuesto que en mi lectura he quedado en el umbral de lo que realmente es el libro, y que es el vínculo bondage que se establece entre ellos. Ni pienso meterme ahí. Y que se entienda, no tengo nada en contra de este tipo de vínculos. Si algo es consentido, yo no tengo nada que decir. Pero de ahí a venderle a millones de mujeres que el ser sumisas les va a garantizar un buen orgasmo es, como mínimo, discriminatorio. Habemos quienes no podemos bailar bien tango o salsa o lo que sea porque nos cuesta que nos "lleven", ¡imagínense si tengo que evaluar mi futuro basado en esta novela! ¡Me hago monja! Bueno, las monjas, de hecho.... bah, mal ejemplo.
De todos modos, si me buscan, voy a estar leyendo otra cosa.
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